El profesorado destaca como más
relevantes para la mejora de la convivencia escolar las interacciones entre las
personas y el tratamiento de conflictos. En concreto, los padres y madres
valoran la actitud del profesorado: “Se aprende más del profesor con su actitud
que con disciplina”. También se considera un instrumento válido el Reglamento
de Organización y Funcionamiento. La organización del espacio y del tiempo
recibe una valoración más baja.
La participación, según el
profesorado, facilita la convivencia, sobre todo la participación en las
dinámicas cotidianas y en el Consejo Escolar. Una madre, sin embargo, se
muestra más crítica: “Cada vez hay menos organizaciones sociales en las que
puedan participar los chavales. Ni siquiera en las ONG. La escuela, desde
luego, no fomenta el espíritu democrático de la participación”.
La organización de los centros de
Infantil-Primaria y del trabajo en las aulas favorece determinadas formas de
participación del alumnado en la vida escolar, más que en los de Secundaria. El
alumnado de Secundaria reconoce que se le ofrecen unos cauces de participación,
pero los considera insuficientes.
El profesorado, tanto de Primaria
como de Secundaria, considera que la participación es un factor en la promoción
de la convivencia escolar que sería posible y deseable utilizar más, sobre todo
en las dinámicas cotidianas y la resolución de conflictos.
La colaboración de las familias
también se considera necesaria en la promoción de la convivencia escolar, más
en Primaria que en Secundaria, aunque se limita en la mayor parte de los casos
a la información de los problemas.
SÍNTESIS
ANÁLISIS:
En el tema ya leído podemos ver
sobre como los profesores y la familia intervienen en la formación del niño y
sobre la convivencia en distintos ámbitos: hogar-escuela. Por esto se define
que la educación proviene de la casa y que antes que la formación mediante los
profesores es el de los padres donde allí se inculca valores y normas.
CRÍTICA:
Ya en tiempos actuales podemos
ver la delincuencia, pandillaje alcoholismo, bulling, violencia y esto responde
a la incapacidad de una convivencia frustrada en casa entre padres e hijos
donde no se inculcan nada bueno y alteran los comportamientos normales de la
sociedad.
REFLEXIÓN:
Para que haya una buena convivencia
debemos comenzar desde cero desde el nacimiento, orientando y enseñando al
infante buenas actitudes y por ello también las profesoras de educación estamos
involucradas en ello y hablar con los padres de familia para ver como se
relacionan dentro de la escuela o jardín.
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